lunes, 19 de octubre de 2015

¿Cuantas cosas se pueden hacer un domingo de otoño en Nueva York?


Hemos tomado como ritual familiar salir cada domingo. Cual turistas, mapa en mano, a recorrer las calles de Nueva York. Ayer no pudimos ir a la ciudad porque estábamos firmando el contrato de nuestro nuevo apartamento ¡yujuuu! ya os contaré. Pero el pasado domingo hizo un tiempo estupendo y salimos con el picnic en la mochila y algunos planes en mente, a ver que nos deparaba la zona de Chelsea.




Fuimos derechos a Abracadabra Superstore a buscar ideas y tal vez disfraz para Halloween. Tengo que decir que me costo un poco entrar porque la niña del exorcista estaba en la puerta y me miraba de mala manera mientras lidiaba con sus convulsiones…pero Lilah entro dispuesta a acariciar a las pedazo de ratas y arañas peludas que habían en las primeras estanterías. y claro, la tuvimos que seguir. Una vez dentro, magos, un conejo de ojos rojos y miles de disfraces y complementos en un ambiente, como os comento, muy bien ambientado.

Después de un rato divertido dejamos la tienda, no sin antes probarnos algunos complementos y comprar el disfraz de Lilah…que por supuesto no podemos desvelar. Solo espero que se me ocurra como podemos ir a juego con ella para el gran día. Me faltan horas!!






Nos dirigimos a Madison Square Park, que esta  entre Madison y la 5ª en su cruce con Broadway. Seguro que alguien se debió fijar en que los tres íbamos con la boca abierta, nos encanta descubrir parques en el medio de tanto edificio. Nos sentamos en el césped húmedo a saborear el picnic que había preparada o a primera hora de la mañana…unos sándwiches de queso, tortilla y aguacate, una ensalada y pollo adobado a taquitos que a Lilah le encanta.



Todo un espectáculo, se respiraba pura tranquilidad dominguera a pesar de que estábamos rodeados de pura energía en movimiento! Unos papás con un bebe asiático muy pequeñito al que le hacían miles de fotos, un grupo de estudiantes comiendo fast food sentados en sus chaquetas, una señora practicando Yoga y una boxeadora y su entrenador justo en frente de nosotros, entrenando. Que bonito entretenimiento. Y que diversidad!!

Tras esto, dimos un paseo en busca de un baño ¡mission imposible!, las cafeterías no tienen baño? al menos a las que yo entré, no. Al final tuve que comprar un trozo de tarta de queso para tomar amistad con una dependienta latina y que me confesara donde podía hacer pis…!!?? Pues acabe en los baños de la tercera planta de un outlet de la zona.


Tomamos un café en Starbucks y volvimos al parque, pero a la zona de juegos para los mas pequeños. Lilah lo paso increíble…nosotros un poco menos, porque al principio, entre tanto niño ( unos 100 y no exagero) te crees que la vas a perder.


Y cuando ya estaban exhaustos…encontré mi oportunidad. Lilah se durmió y Rubén quería meditar, así que yo aproveche y me fui a ver  la tienda de Michaels en Chelsea, que me encantó y además me resulto muy recogidito, porque yo había ido al de Iowa City y lo recordaba enorme. Compre algunas cosilla para proyectos navideños y me fui mas contenta que unas pascuas!! Gracias a Isabel de La 5th con Bleeckerst por la recomendación! Y por la foto…




Era el momento de volver a casa, ya estaba oscureciendo y dimos un paseo hasta el metro. Si de día es bonito, de noche es espectacular, el empire state iluminado, los restaurantes tan elegantes, los escaparates otoñales con calabazas y tonos ocres…totalmente atractivo!!




Todavía nos quedo tiempo para tomarnos la tarta de queso que había comprado mientras esperábamos el tren en Grand Central…cuando me di cuenta que no le había cambiado el pañal a Lilah en mucho rato ( con la emoción, se me había pasado…  me sentí como…bienvenida al club de las malas madres!! Esto va por vosotras!!) Así que llegamos a casa y nos dimos un baño bien calentito para relajarnos, y como dice mi buenahija…no pasa nada mami!!

Un domingo redondo!